Actualmente mucha gente parece creer que tener un profesor de inglés nativo es una garantía infalible de que el alumno saldrá del curso sabiendo hablar y comunicarse en inglés mejor de lo que lo haría con un profesor no nativo. La idea está tan extendida que muchas academias y alumnos no quieren ni oír hablar de profesores no nativos enseñando inglés. Pues bien, se equivocan. Nosotros tenemos una opinión muy distinta sobre esta visión tan injusta como equivocada de la enseñanza de idiomas. Os vamos a contar por qué.
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Por qué un profesor de inglés nativo no es mejor que un no nativo
Recientemente, la apertura de fronteras dentro de la Unión Europea ha permitido la entrada e intercambio de profesionales de diferentes sectores entre países. Tener un profesor nativo, que antes era mucho más difícil, parece estar ahora a la orden del día. Como consecuencia, tanto alumnos como academias piden que todos sus profesores sean nativos del idioma que enseñan. En mi opinión, se trata de una idea terriblemente equivocada. No solo están discriminando profesores perfectamente cualificados, si no que están poniendo en peligro la calidad de sus servicios. No es extraño ver profesionales de otras ramas, ya sean químicos o informáticos, convertidos en profesores de inglés. Ser profesor de inglés se está convirtiendo en la alternativa por excelencia para angloparlantes que desean vivir en otro país.
Esto sería equivalente a ofrecer un puesto de pedagogía a cualquier padre o madre. O un puesto de psicólogo a alguien a quien se le da bien hablar con la gente. Por supuesto, conocer el idioma es sin duda una ventaja tremenda a la hora de enseñarlo, pero no implica, ni de largo, que esto te vaya a hacer buen profesor.
Un profesor de inglés debe estar cualificado, tenga la nacionalidad que tenga
A la hora de enseñar un idioma no solo cuenta que sea tu lengua materna. Como en cualquier puesto de profesor, debes conocer la materia que estás impartiendo. Debes conocer las técnicas de enseñanza, debes sentir pasión por tu trabajo y tener la actitud adecuada para llegar a tus alumnos. En resumen, tienes que saber enseñar. En este aspecto, diría que los profesores no nativos tienen ventaja. Ellos, por lo general, han tenido que completar un Grado universitario además de otros masters o cursos. Por las facilidades que se les ofrecen a los profesores de inglés nativos, a veces, para ellos, es suficiente con un par de cursos de algunas semanas.
Con este artículo no pretendo demonizar a los profesores de inglés nativos, si no la idea de que conocer una lengua desde tu nacimiento te convierte en buen profesor. Por supuesto, hay aspectos en los que un profesor de inglés nativo tiene ventaja. Por ejemplo, en cursos avanzados puede ser muy positivo dar clase con alguien que conoce perfectamente la pronunciación, las expresiones idiomáticas o la diferencia entre un registro formal o informal. Es más, si estás preparando un examen de Proficiency te diría que, si no puedes permitirte dar clases con un profesor nativo, al menos hagas un esfuerzo para relacionarte con angloparlantes en tu día a día.
Para mí, sin embargo, las ventajas de ser profesor nativo, obviando las cualificaciones que pueda tener, se acaban aquí.
De hecho, a veces, un profesor no nativo tiene ventaja
James Taylor, uno de los profesores de inglés más reconocidos del mundo, llegó a afirmar que, a veces, desearía ser un profesor no nativo. Las razones están claras:
Ellos mismos han sido alumnos
Para llegar a conocer el idioma hasta el punto de poder enseñarlo se necesitan tiempo y dedicación. Un profesor de inglés nativo difícilmente podrá mirar a sus alumnos y decirles: «Yo he estado ahí. Se lo que se siente. Te comprendo y puedo ayudarte.» Los profesores no nativos sabemos exactamente qué nos dio más quebraderos de cabeza. Comprendemos la mentalidad de un alumno de idiomas. Entendemos los procesos mentales necesarios para llegar a comprender una estructura gramatical, y las dificultades que vivimos. Un profesor de inglés nativo, que ha crecido con el idioma, no puede advertirte sobre qué te va a costar más y qué te va a costar menos a no ser que lleve muchos años en la profesión.
Hablan tu mismo idioma
Los profesores no nativos tenemos ventaja enseñando a alumnos de nuestro propio país. Sabemos cuáles son los «false friends» más frecuentes, así como los errores gramaticales en los que solemos caer. Siempre es mejor intentar explicar una nueva palabra o frase en inglés, pero si nos resulta muy difícil siempre podemos recurrir a la traducción. Rápido y sencillo. A no ser que el profesor conozca el idioma del alumno lo suficientemente bien, un nativo tendrá problemas con esto.
Pueden ser más didácticos
Un profesor no nativo ha estudiado muchísima gramática antes de convertirse en profesor, lo cual no siempre ocurre con un profesor de inglés nativo. He conocido profesores nativos que no sabían que el inglés tenía 4 condicionales hasta que tuvo que enseñarlas. Es equivalente a que tú, o yo, o cualquier hispanohablante intente dar clases de español sin formación previa. Cualquier buen profe debe conocer la gramática del idioma, y esto es posible seas nativo o no. Eso sí, como ya han sido alumnos y han tenido que pasar exámenes para conseguir su certificación, te aseguras que un buen profesor no nativo la conozca al dedillo.
Al final, el acento no es tan importante
Esto no significa que la pronunciación tampoco lo sea. La pronunciación en inglés es tremendamente importante. La diferencia entre un fonema u otro puede cambiar totalmente el significado de una frase. O peor, puede hacerte caer en errores muy embarazosos. Sin embargo, no hay que confundir pronunciación con acento. Un profesor no nativo puede tener una perfecta dicción y no sonar como un británico. Es más, los acentos en inglés no acaban en Reino Unido o Estados Unidos. Países como Nigeria, Jamaica o Australia también tienen el inglés como lengua oficial. La obsesión por el acento está, muchas veces, mal dirigida. Un profesor de inglés nativo siempre tendrá una buena dicción, sí. Un buen profesor no nativo, también. Y, de nuevo, sabrá guiarte para que corrijas tus errores de pronunciación porque él ya ha estado ahí.
Conclusión
Como ya he señalado antes, el propósito de este artículo no es enaltecer al profesor no nativo y empequeñecer al nativo. Ni mucho menos. Un buen profesor de inglés será buen profesor provenga de donde provenga. La calidad de las clases no se mide por el lugar donde naciste, si no por tus capacidades como profesor. Al final, esta obsesión por apartar a los no nativos de la enseñanza de idiomas es contraproducente. Si quieres un consejo, no prestes atención a la nacionalidad de tu profesor, si no a sus capacidades.
Esperamos que os haya gustado este artículo y que os sirva a la hora de decidir cómo enfrentaros al aprendizaje del inglés. Nos encantaría que nos contaseis vuestro punto de vista y vuestras experiencias en la sección de comentarios. ¡Nos vemos en el próximo artículo!